Miércoles, 24 de febrero

EL SEGUNDO DOLOR DE MARÍA: La huida a Egipto

Después de la partida de los magos, el Ángel del Señor se le apareció en sueños a José y le dijo: «Levántate, toma al niño y a su madre, huye a Egipto y permanece ahí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo». José se levantó, tomó de noche al niño y a su madre, y se fue a Egipto.

Allí permaneció hasta la muerte de Herodes, para que se cumpliera lo que el Señor había anunciado por medio del Profeta: “Desde Egipto llamé a mi hijo.”

— Mateo 2,13–15

María, madre y discípula:

María se ve obligada a abandonar su hogar para viajar con su familia a una tierra extranjera, temerosos de la persecución. Escuchamos la voz de Jesús: “Fui…forastero, y ustedes me recibieron en su casa”.

Tantas personas y familias de todo el mundo siguen los pasos de María, huyendo de la guerra, los desastres y la persecución, buscando oportunidades para trabajar y vivir con dignidad.

Preguntas para guiar su reflexión:

  1. ¿Cuándo he sido un extraño en necesidad de acogida?
  2. ¿Cuándo he tenido la oportunidad de dar la bienvenida a un extraño? ¿Cómo respondí?