Viernes, 26 de febrero

VIDAS DE LOS SANTOS: San Francisco Javier, SJ

En el primer capítulo del libro de los Hechos de los Apóstoles, encontramos esta línea: “Pero recibirán la fuerza del Espíritu Santo cuando venga sobre ustedes, y serán mis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaría y hasta los extremos de la tierra.” Para muchos de nosotros que vivimos en el siglo XXI, el mandato de Jesús de ir a los “confines de la tierra” para compartir el mensaje del Evangelio es un sacrificio, pero no uno insuperable—después de todo, está a sólo un vuelo en avión de distancia.

Pero en el siglo XVI, no había aviones—y un viaje a los “confines de la tierra” a menudo significaba que ibas ahí para quedarte. Ese fue el riesgo que San Francisco Javier tomó para compartir el amor de Cristo con desconocidos en tierras lejanas. Aunque nació en la riqueza—él creció en un castillo en la región vasca de España—Francisco finalmente se comprometería a una vida de pobreza que lo llevaría hasta el Lejano Oriente. Mientras estudiaba en la Universidad de París, conoció a Ignacio de Loyola—futuro fundador de los jesuitas, y futuro santo. Francisco siguió a Ignacio a Venecia, donde ambos hombres fueron ordenados al sacerdocio. Sólo unos pocos años después, Francisco e Ignacio fueron ante el Papa en Roma y fueron reconocidos formalmente como miembros de la Compañía de Jesús. Los jesuitas se habían fundado.

San Francisco Javier encarnaba la intención original de San Ignacio para la sociedad—el de los predicadores misioneros. En marzo de 1540, Francisco salió de Roma a petición del rey de Portugal para predicar el Evangelio en la India. Se abrió paso a Goa, India, donde predicó, cuidó de los enfermos y enseñó a los niños.

Durante los próximos 10 años, Francisco viajaría por toda la India, Filipinas y Japón—y una serie de islas intermedias—predicando la Buena Noticia. Conoció y fue mentor de numerosos hombres y mujeres en la fe, alentando a muchos a considerar la vocación religiosa. Francisco siempre busco vivir entre la gente con la que se encontraba, para aprender y respetar sus costumbres y cultura.

San Francisco Javier es justamente reconocido como uno de los santos patronos de los misioneros por la forma en que vivió su misión, viajando y proclamando el mensaje de Cristo a través de sus palabras y acciones. Él nos desafía a examinar nuestras propias vidas, para ver cómo proclamamos ese mensaje de amor, paz y justicia. ¿Con quién podríamos compartir este mensaje? ¿De quiénes lo que hemos recibido?