Dios Santo,
Acompáñanos mientras meditamos sobre el camino de tu Hijo al Calvario.
Ayúdanos a recordar que todavía, en la actualidad, muchos de tus hijos siguen caminando hacia el Calvario, llevando cruces pesadas y difíciles.
Que seamos como Simón para aquellos cuyas cargas son demasiado pesadas para llevarlas solos.
Que seamos como Verónica para aquellos que necesitan el toque de amor y consuelo.
Y que nosotros, luchando con nuestras propias cruces, siempre recordemos tus promesas de justicia, misericordia y paz.
Amén
Sigue reflexionando con el Vía Crucis.