La Eucaristía y el hambre.
En la franja sur del desierto del Sahara, la región del Sahel abarca Senegal, Mauritania, Malí, Burkina Faso, Níger, Nigeria, Chad, Sudán y Eritrea. En el Sahel, las temperaturas son altas y las lluvias son poco frecuentes. En 1976, durante una larga sequía, se arruinaron las cosechas, se perdió ganado y la falta de alimentos amenazaba las vidas de millones de nuestros hermanos.
Fue ese mismo año que católicos de todo el mundo participaron en el 41 Congreso Eucarístico Internacional celebrado en Filadelfia, Pensilvania. El tema del Congreso, “La Eucaristía y el hambre de la familia humana”, resaltó el papel central de la Eucaristía en responder a las necesidades espirituales, emocionales y físicas de las personas, especialmente ante desafíos como el hambre, la pobreza y la injusticia social.
“La Eucaristía es un misterio de amor. Nos convierte a todos los que comemos el mismo pan en un solo cuerpo, viviendo por medio de un solo espíritu. Nos convierte en una familia: hermanos y hermanas unidos en solidaridad unos con otros”.
—San Pablo VI
La Eucaristía hace visible nuestra comunión con nuestros hermanos y nuestra responsabilidad compartida como miembros de una misma familia humana. Como católicos, creemos que ninguna persona debería pasar hambre. Sin embargo, nuestro mundo está enfrentando graves niveles de hambre que los expertos creen que podrían ser la nueva normalidad. Por eso es tan importante que nos comprometamos cada Cuaresma, y durante todo el año, a apoyar a las familias y comunidades que más sufren a causa de estos problemas.
Al acercarnos al final de estos 40 días, reflexionemos sobre cuál ha sido el significado de nuestro recorrido de Cuaresma hasta ahora y cómo los pilares de la oración, el ayuno y la limosna impactan no solo nuestras vidas sino también las vidas de nuestros hermanos en nuestra comunidad local y en todo el mundo.
Mientras nos esforzamos por vivir en verdadera solidaridad global y nos alimentamos del Pan de Vida, compartamos pan para la vida de modo que todas las personas tengan suficiente para comer en medio de esta crisis alimentaria mundial. Porque cuando nos unimos para acabar con el hambre, no hay límites a lo que podemos lograr.
Esta Cuaresma, prepara una de nuestras recetas de platillos sin carne de diferentes partes del mundo.
Ayuda a transformar vidas alrededor del mundo.
Tus donaciones a Plato de Arroz de CRS ayudan a familias en más de 120 países a superar el hambre y la inseguridad alimentaria. Haz una donación que cambia vidas y ayuda a las comunidades a prosperar.